lunes, 20 de octubre de 2008

aparece en mi cuaderno escolar

Mientras él caminaba veía entre su parecer que las cosas habían cambiado. Y tal vez no estaba tan equivocado, pues luego de un momento la lógica (su lógica) era un mal invento -pensó-.
Ella tenía unos dedos muy largos y el estómago vacío. Sus ojos, su cabeza era una mezcla de dulce e impaciencia de preguntas redondas y pequeñas.
Ella sollozaba dos veces al día como una vez le recomendó el doctor ante una gripe, su figura era de polvo para el que entienda, sus labios infantiles.
Ella era difícil y componía telegramas profundos que guardaba en mi bolsillo.
Luminosos tus ojos que comprenden pero más porque no comprenden. Ya no hay, amor. Allí señala el dedo.
He dejado una distancia miserable por si ocasionamos daños graves. He escondido una tortuga, he dudado.
Olvidé revolver tu ropa y quemarla con tus propios huesos. Todo este cielo es para ti, como un animal furtivo sorteando la fortuna.
Oculto mi rostro ante el amor, guardo mi cuerpo en un armario de piedra, donde una sola gabardina ocupa el abismo. Un prado desatando barcos, entiendes que este es el borde?
Me mata ver la cama, verla y no verte. Me voy alejando por el subterráneo y le hablo a tu recuerdo en silencio.
Ah caído el tiempo, mira dónde duermes amor, recuerda que yo duermo de ese lado.
No llegan más noticias sobre este infierno. Sobre la posibilidad de hallar tus ojos que convierten el accidente de pertenecer a ti o mantener la vista al piso, buscando súbitamente algo que olvidé.

domingo, 19 de octubre de 2008

martes, 14 de octubre de 2008

Bolero - Julio Cortázar

Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

domingo, 12 de octubre de 2008

au revoir II

qué terco el invierno al no querer irse
qué terco él al quedarse.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Reinaldo Arenas

A Fortunato le ha dado ahora por ahorcarse
bien de mañanita, y todos los días tenemos
que despertarnos para descolgarlo.

domingo, 5 de octubre de 2008

au revoir

Con ella pasé
mis días más felices
aunque ahora
que lo pienso no
fueron tan felices.

miércoles, 1 de octubre de 2008

el sueño

qué grande y ridículo me veo - se dijo así mismo- soñar con moscas y no tener qué comer.