viernes, 29 de abril de 2011

El guardián del hielo - José Watanabe

Y coincidimos en el terral
el heladero con su carretilla averiada
y yo
que corría tras los pájaros huidos del fuego
de la zafra.
También coincidió el sol.
En esa situación cómo negarse a un favor llano:
el heladero me pidió cuidar su efímero hielo.
Oh cuidar lo fugaz bajo el sol...
El hielo empezó a derretirse
bajo mi sombra, tan desesperada
como inútil

Diluyéndose
dibujaba seres esbeltos y primordiales
que sólo un instante tenían firmeza
de cristal de cuarzo
y enseguida eran formas puras
como de montaña o planeta
que se devasta.
No se puede amar lo que tan rápido fuga.
Ama rápido, me dijo el sol.
Y así aprendí, en su ardiente y perverso reino,
a cumplir con la vida:
Yo soy el guardían del hielo.

martes, 26 de abril de 2011

Es la locura, vivir el hombre envuelto, respirar el mismo aire y concebir alegría

Me declaro vencido a los caramelos
las frutas dulces
a los amargos amores que no
son mas que la
única explicación a esta vida
al camión destartalado de un pueblo
a la historia de los jóvenes, que
creen inventar todo
a la venganza de un avión oscuro
el cual también podría llamarse
"amor"
al color azul
que cuando te vea
todo se realice en ramas y hojas
a la desafortunada cuestión de
ser tú y ser yo
que destroza todo cuanto ve
cuanto siente
a la promesa de un marinero
que no sólo llevará los recuerdos
a morir desnudo y vivir
obsecuente al recuerdo
como si la garantía del amor
fuera mas que todo resolver las entrañas entonces
y buscar la sorpresa atada
a un naranjo
para vestir de rojo y llamarse
olvido
para no volver a probar el mismo
dolor
y dormir encadenados a un oso
valentía para los jóvenes
que nunca amaron
locura para creer que el amor
lo es todo
salvación para los que alguna vez
se ahogaron
y quisieron ahogarse.

domingo, 17 de abril de 2011

Extracto relato corto

Calculo que nos tomará cerca de 2 años poder encontrarnos.
Me levanto todos los días a las siete de la mañana. Tomo un vaso de yogurth, una tostada y me embarco a otro mundo. El otro mundo es el que dicen; el mundo real. El mundo consistente. Lo que genera dinero, promesas vanas y deseos insuficientes.
Me vuelvo a repetir que faltan 2 años para conocernos. No lo crees. En efecto te ries (con esa delicadeza tan tuya) y me dices que debería colaborar en apresurar la fecha y de pronto me escondes los zapatos y por las noches enciendes la luz para preguntar: "ya nos vamos a conocer?".
Hoy he soñado contigo. Sólo te cambié de nombre, pero eras la misma. Llevabas las mismas zapatillas que cuando nos conocimos, las que te prestó tu amiga. Me despierto desesperado. Te digo- Nos acabamos de conocer en mi sueño- y tú respondes- Sólo fue un sueño. Aún no nos conocemos.