martes, 23 de septiembre de 2008

La soledad

como dormir solo y despertar solo.


Soledad - Piazzolla


*creo que Piazzolla lo definió mejor.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Arthur Rimbaud

"Ayer, si no me engaño, mi vida era un festín en que
todos los corazones se abrían, en que todos los vinos corrían.
Una noche senté a la Belleza en mis rodillas. -Y la
encontré amarga. -Y la insulté.
Me armé contra la justicia.
Huí. ¡Oh hechiceras, oh miseria, oh odio, a ustedes ha
sido confiado mi tesoro!
Logré disipar en mi espíritu toda
esperanza humana. Sobre toda alegría, para estrangularla, he dado
el salto sordo de la fiera.
Llamé a los verdugos para morder, mientras perecía,
las culatas de los fusiles. Llamé a las plagas, para ahogarme
con la arena, con la sangre. La desgracia ha sido ni dios. Me he
tendido en el lodo. Me sequé al aire del crimen. Y le he
hecho pesadas bromas a la locura.
Y la primavera me trajo la horrible risa del idiota.
Así es que, últimamente, habiéndome encontrado a punto de
estirar la pata, pensé en buscar la llave del
antiguo festín, en que tal vez recobraría el apetito.
La caridad es esa llave. -¡Esta inspiración prueba que
he soñado!
"Seguirás siendo una hiena, etc...", clama el demonio que me
coronó con tan agradables adormideras. "Gana la muerte con todos
tus apetitos, y tu egoísmo, y todos los pecados capitales."
Ah! Ya estoy harto de esto: -Pero, querido Satanás, se lo
ruego, no se irrite tanto! y en espera de las
pequeñas bajezas retrazadas, para usted que ama en
el escritor la ausencia de facultades descriptivas o
instructivas, desprendo estas repugnantes hojas
de mi carnet de condenado.

lunes, 15 de septiembre de 2008

porque tú eres mi sueño y yo soy el tuyo


la advertencia de una ficción o el simple hecho de ser una película tal vez nunca te hará pensar profundamente que "esto" aún así dolerá (Esta es una reconstrucción pero aún así duele). parece que las palabras las hubiera creado yo. que esto ya lo supieras muy bien y obviamente que yo te las hubiera dicho. Parece un sueño verdad? como esas palabras que nos hacen cerrar los ojos mientras en el fondo la luz perdura. cómo nos conocimos en verdad, lo recuerdas? o cómo nos debimos haber conocido? imagina que nos hubiéramos conocido una noche diferente todos los días y perdernos tantas veces luego, preguntándonos en media madrugada si es el alcohol tan dulce o la despedida tan nostálgica. reconocer mi nombre alguna noche y preguntarte por mí o creer reconocerme y sonreír diciendo tu nombre, brindándome tu mano ante mis ojos tan oscuros. Una y otra vez conocernos, cuál de todas esas noches escogerías? el primer contacto tal vez sea el que siempre recordemos, el que nos haga pensar en ambos o repetir las palabras una y otra vez por que al final eso es el amor, el amor que se repite una y otra vez.
Olvidar la lógica, el mundo queda a trás pensamos y entonces todo se borrará. Es cierto, mi casa ha desaparecido, mientras tú aún me recuerdas. Mira como los puentes aparecen, se reconstruyen como una emoción del azar.
Cómo te llegué a conocer intento recordarlo (dos desconocidos mirándose) y saber que la acción otra vez ha modificado todo.
Te pareces a ti, y no sé exactamente si esto a pesar de recordar que es una reconstrucción, aún así duela.
Tal vez mañana no nos veamos, lo mas probable es que nos olvidemos o que nunca nos conozcamos.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

à l'amour

Hay días en los que creo odiarte a desmedida, como una ojeriza apestada de insalubridad y vacas muertas por toda la pradera. Momentos los cuales no veo mas que el dolor tras los ojos y los pensamientos de la locura en la insania grave del amor. Verte en pedazos cargados de moscas verdes y diurnas, el olor del sol como un pan mohoso y cadente, mientras me rehuso a comer las tripas frescas que durante la mañana en el mercado se han aplastado a un lado de los baños. No sé cómo consigo verte desnuda y cargada de tiernas plumas ensangrentadas y húmedas. miro mis pantalones roídos por las ratas, mi piel con dulces lechos de pus y mi barba desteñida que guarda secretos de hambre y egoísmo. Sin embargo, luego de tanto miedo, creo ver un repugnante reflejo que desprenden tus ojos cuando hombres destartalados invocan sobre sus bestias al placer hierático y onanistico de cuanta joven en nupcias quiera olvidar el recuerdo de alguna promesa incumplida. Y de pronto dejas caer tu horripilante traje de ave muerta y el pico de un pato te amolda como una máscara la lividez que desprenderas a la hora condenada.
Miro mis tiernas manos leprosas y creo recordar de entre tanto licor, que alguna promesa rompí.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Sin título - César Pajuelo Moore

Desperté y miré de nuevo. Vi mis piernas, brazos y traté de verme por el espejo. Todo mi cuerpo completo, la puerta negro-marrón entre abierta, escaleras de madera abajo.

Todo estaba en su sitio como si un temblor las hubiera colocado bien. Mis sandalias colocadas al pie de la cama, aunque no sabía por qué me dolía la espalda en una cama tan suave.

Decidí bajar, seguro mamá estaba preparando la cena.

Me parecía no haber visto mi cuarto desde hace largo tiempo (un minuto tal vez).

Mis copias de Derain colocadas frontalmente a la ventana seguían en su sitio y al lado izquierdo antes de llegar a la puerta mi estante de libros.

Oh mis libros! casi se me escapa una lágrima de asbesto. Todos en su sitio, Joyce, Cortázar, Faulkner, la colección de Miller y de pronto un libro que no recordaba, de color azul que decía "la verdad sobre el despertar" debe ser uno de esos libros surrealistas -pensé- entonces antes de que mi mano tocará el libro, mi cabeza volteó derrepente ante los "Toc Toc"de la pared. Caminé despacio hacia el lado derecho y toqué dos veces a la pared "Toc Toc" y sin espera de minuteros escuché "Toc Toc" y sin pensarlo dije "¿quién es?" y automáticamente me respondió una voz diciendo "Soy yo. Ayúdame".

Me invadió un temor descomunal, pedía auxilio, tocaba desesperadamente la pared fría, apuñeteaba y gritaba con la saliva derramada sobre mi ropa.

De pronto noté que era un cuarto vacío, sin puerta, con un espejo. Y había alguien del otro lado.