martes, 9 de abril de 2013

ella me dice que no escribo nada sobre ella

in a silent way, como un disco de Miles Davis. con una traducción que no llego exactamente a saber. si es un camino silencioso o es un silencio del camino. ambas traducciones las entiendo. aunque creo que el silencio del camino es el que mas entiendo, porque es mi camino.

Cómo puedo olvidarme de ti? mentalizarme y localizar el amor. lo encontré entre un pequeño bulto en la pierna, y lo siento como un pequeño dolor insufrible y tornasolado de color (el color es esa forma de saber que en verdad es amor). lo miro vivo y pequeño, no podría tener otra forma ese símbolo. 

es cierto que esta materia es amor. que junté las fuerzas y el idealismo para tenerte, para poder localizarte en un solo punto, para saber que existes. tú existes en mí como esa necesidad inequívoca de que algo en esta vida comienza a tener sentido.

un oso robusto como un niño recien nacido. mirar tus ojos y comprender. no entender, entender. las ansías, la fortuna como un medallón de algodón y plata. los pies petrificados. la cabeza erguida como a punto de salir de la superficie. los labios dañados. la lengua lastimera que en verdad preferiría no tener. y nos soñamos  al pie de una piedra tan grande como lo testarudos que podemos ser. como las mentiras creadas cuando se abre la puerta y nuestra ropa cambia y nos soltamos las manos. yo busco sus pasos a través del piso mojado. de la cadente vida que me burla día a día. no soporto no canjear sus palabras por felicidad. que saber tu nombre la esperanza que la gente anhela. que me quedo dormido esperando tu cuerpo frío a mi lado. la felicidad la conocí en un tramo corto de mi vida, corto como un lazo desecho por tanto querer tener. ella es pura agua de noche. con estrellas azules a no más de unos millones de kilómetros. de pies sabidos. de dientes duros como armas. de pedazos míos extraviados. como una caja de frutas con dulces olores que no comprometen la fruta, pero sí la razón pues estoy metido en ella esperándote. 

no me inquieta la vida ni la muerte. es suficiente dormir y entender su respiración de pez extinto. que me fatiga el sol cuando intento ahogarme. que las olas son mansas cuando más deseo ahogarme. que no queda ruído para decirte cuanto te amo. que no te queda amor para darme a mí. y los colmillos de un animal de un parque me centellean a lo lejos y entiendo tristemente esta soledad. que el río se rebalse y sólo lleve mi cuerpo al mar. que me convierta en algas y peces olvidados. que no me quede ni sangre para entenderte. que la roca tenga mas suerte. y no pretender huir del silencio, del vacío. sólo me queda amor entre el espacio de una rodilla y un pie. un bulto cálido que le llamé amor.