viernes, 4 de julio de 2014

De placeres secretos - Hemingway

La gente que interfería en tu vida siempre lo hacía por tu bien, y finalmente me di cuenta de que lo que querían era que te sometieras por completo, que no te diferenciaras del modelo superficial comúnmente aceptado y que después te difuminaras como lo haría un viajante en una convención, del modo más aburrido y estúpido que se pueda imaginar. Nada sabían de nuestros placeres, ni de lo mucho que nos divertía estar condenados, no lo sabrían ni podrían saberlo jamás. Nuestros placeres, que eran los de estar enamorados, eran tan sencillos y a la vez tan misteriosos y complicados como una simple fórmula matemática que puede representar toda la felicidad o bien el fin del mundo.