martes, 22 de noviembre de 2011

la temporada

sinceramente (y me lo digo a mí mismo), estoy cansado de hacer algo mal siempre (y eso que lo malo que puedo hacer, podría considerarse relativo), es como ser torpe de lunes a viernes y los fines de semana descansar. estoy harto de mi incondicional función de llamar a las cosas y decirles algo que va a sonar mal. quizá eso sea el problema, prestar demasiada atención a las cosas, sentir preocupación cuando no se deba sentir, querer las cosas cuando la necesidad me empuja, sí la necesidad, esa que lo estrangula a uno y le hace brotar peras.
yo sólo quiero que "esto" sea una temporada, una mala temporada en la cual todos mis juegos han perdido, en la cual las frutas aún no maduran, no descansan los patos y es curioso lo parecidos que pueden ser a los gansos.
yo sólo quiero que esto pase, que no vuelvan a aterrizar las vacas, ni los conejos. quiero oler a maracuyá. quiero vestir los papeles que me han sido otorgados. quiero llenar de estúpidos colores a los caballos. quiero rogarte. enderezarte a mí y disculpes todo esto ocasionado. parece que mi vida es una temporada única. donde todo parece cantar y yo sigo esperando que esto pase y tú me entiendas.

martes, 15 de noviembre de 2011

dicen que lo peor que uno puede hacer es comerte un animal o no dejarlo morir. en verdad siempre me he puesto a pensar un poco en esa contradicción y los búfalos que no dejan de cantar y las luces que no dejan de otear. al menos los peces no cabalgan. que no es propicio tirar el arroz y esperar dormir. no es gentil no saber, ni escuchar. pronto ella me hace un hueco entre el estómago y el pecho. toma sus pertenencias y no escatima en hacerme ver los huecos que tengo, la barba crecida y las monedas rotas que ya no sirven para volar. yo le digo anticipándome al vuelo de las lagartijas, que si es que tengo estos huecos llenos de sapos verdes, es únicamente gracias a ella. entonces ella cómo nunca me pregunta si es que quiero que me los devuelva. y yo le digo no, quédatelos. mi cuerpo ya no es mi cuerpo, me hacen falta polillas, trapos y obviamente lo que te llevas. entonces ella mirándome preocupada, me pregunta, entonces? me sentaré en un camello y olvidaré tu nombre? yo no respondo, sinceramente las veces en las que no respondo siento pequeños animalillos en mi cuerpo y me da miedo aullentarlos; sin embargo algunas ardillas destructoras al parecer de un continente espantaron a los pájaros y éstos a los otros animalillos que nunca sé sus nombres y mucho menos sus apellidos. y pude pronunciar las siguientes palabras: "no me devuelva lo que no me pertenece, porque es suyo y al menos por hoy, que ya es tarde y habiendo demasiados animales bondadosos afuera, por favor quédese y vuelva a mí". mirándome con sus ojos que siempre me miran de la misma forma, la mujer tomó el camello y se quedó a vivir.

viernes, 11 de noviembre de 2011

hoy o quizá ayer, muchas parejas empiezan una historia. se cargan los pulmones de aire y deciden confeccionar una nueva trama, un nuevo accidente dentro de las ficciones de la vida.
hoy o quizá mañana. ella o él decidan sonreirle de una manera mucho mas especial. quizá mañana ella no se sienta tan sola. posiblemente él la vea con otros ojos y todo se inmiscuya a que ellos se enamoren. a que valga la pena ponerle sentido a algo en esta vida. a constituir temores o alegrías. Quizás mañana usted decida cambiar de una vez por todas el camino. es probable de que si usted está en esta configuración lo irracional sea ya racional y decida usted plantar un frejol en su taza de café y esperar a cosechar. eso es el amor. creer que algo va a salir de toda esa irracionalidad. pensar que todo es injustificado y valedero. y yo le pregunto. en verdad es así? entonces ya no guarde ironías, melancolías frustradas, no guarde resentimientos ajenos, no presione sobre la incertidumbre si es que en verdad usted está o quiere enamorarse. mejor deje que las cosas sucedan como así han de precisarse. mejor lea su periódico y tómese un jugo. mejor espere a que esa persona llegue y sonría (como usted sabe hacerlo).