viernes, 22 de agosto de 2008

el poema - Javier Heraud

1
He dormido todo
un año,
o tal vez he muerto
sólo un tiempo,
no lo sé.
Pero sé que un año
he estado ausente,
sé que un año he
descansado,
sé que en ese tiempo
las moras y las frutas
secaban sus raíces
triturándolas
de sabor y de regocijo.
Yo descansé
en la sierra,
y felizmente mi
corazón no se secó
con la humedad
del llanto,
no sollozó,
no reclamó tristezas
pasadas.
Todo sucedía como
siempre:
y yo descansaba
descansando,
los trenes aún
pesaban sus rieles,
los barcos naufragaban
tarde y noche,
muchos peces
agotábanse en el mar.

1 comentario:

Ericarol dijo...

A veces la vida nos da golpes tan grandes y contundentes que parecemos y andamos como muertos en vida. Es una sensación muy familiar para mí. Bello poema. Saludos!!!!