lunes, 27 de octubre de 2008
lunes, 20 de octubre de 2008
aparece en mi cuaderno escolar
Mientras él caminaba veía entre su parecer que las cosas habían cambiado. Y tal vez no estaba tan equivocado, pues luego de un momento la lógica (su lógica) era un mal invento -pensó-.
Ella tenía unos dedos muy largos y el estómago vacío. Sus ojos, su cabeza era una mezcla de dulce e impaciencia de preguntas redondas y pequeñas.
Ella sollozaba dos veces al día como una vez le recomendó el doctor ante una gripe, su figura era de polvo para el que entienda, sus labios infantiles.
Ella era difícil y componía telegramas profundos que guardaba en mi bolsillo.
Luminosos tus ojos que comprenden pero más porque no comprenden. Ya no hay, amor. Allí señala el dedo.
He dejado una distancia miserable por si ocasionamos daños graves. He escondido una tortuga, he dudado.
Olvidé revolver tu ropa y quemarla con tus propios huesos. Todo este cielo es para ti, como un animal furtivo sorteando la fortuna.
Oculto mi rostro ante el amor, guardo mi cuerpo en un armario de piedra, donde una sola gabardina ocupa el abismo. Un prado desatando barcos, entiendes que este es el borde?
Me mata ver la cama, verla y no verte. Me voy alejando por el subterráneo y le hablo a tu recuerdo en silencio.
Ah caído el tiempo, mira dónde duermes amor, recuerda que yo duermo de ese lado.
No llegan más noticias sobre este infierno. Sobre la posibilidad de hallar tus ojos que convierten el accidente de pertenecer a ti o mantener la vista al piso, buscando súbitamente algo que olvidé.
domingo, 19 de octubre de 2008
martes, 14 de octubre de 2008
Bolero - Julio Cortázar
Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.
domingo, 12 de octubre de 2008
miércoles, 8 de octubre de 2008
Reinaldo Arenas
A Fortunato le ha dado ahora por ahorcarse
bien de mañanita, y todos los días tenemos
que despertarnos para descolgarlo.
bien de mañanita, y todos los días tenemos
que despertarnos para descolgarlo.
Etiquetas:
el palacio de las blanquisimas mofetas,
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reinaldo arenas
domingo, 5 de octubre de 2008
miércoles, 1 de octubre de 2008
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