miércoles, 9 de septiembre de 2009

Oliverio Girondo

No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso si! - y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡ pierden el tiempo las que pretenden seducirme!

2 comentarios:

CRISTINA dijo...

Precioso.

Falso, pero precioso.

Un beso. Y no a ras de tierra precisamente. Recuerda que escribe una Cosmonauta.

Distópica dijo...

genial =)