lunes, 26 de octubre de 2009


4 comentarios:

maría manzanilla dijo...

mientras juego con la pequeña (canela) y esta comienza a morderme, termino acordandome de nuestras cosas y también extrañandote mas... las cosas simples como morder o ser mordido o besar y ser besado empiezan a ser una cosa dulce, no? pero en verdad ahora que recuerdo... aún no recuerdo porq me decias q soy dulce... alguna vez comiste ese dulce... zapatilla? mi papá solia comprar aunque lo que comiamos mas era los chancays de panaderia... no se porque de la mordida ahora termino con comida... debe ser porque son cosas que finalmente tienen mucha connotación y se bifurcan a como uno quiere... entonces yo recuerdo tus mordidas y nuestra comida en la mesa, con besos distribuidos de cuando en cuando... que bonito es comer asi, y me muerdes y mi piel queda de un color especial, tal vez es cierto el amor; duele y gusta. Sin embargo mapi que otras cosas podria nombrar y recordarte? creo que la angustia se escabulle con muchas cosas, el olor, el sabor, tienes ojos de hembra, sabías? y no sé eso cómo explicarlo y no sé por qué lo menciono ahora... será como un ruido de la barriga que se emociona ante el hambre, muy similar amor como un único amor, como un perro o un gato que esperan ladrar o maullar y recibir comida, esperamos comer tú y yo? yo creo q mas que comer es querer sólo morder y comer luego, la ternura es un espejo como también un cuadro impresionista. Qué eres amor? eres de leche o de carne? eres los dos, como que también eres corazón y yo.

maría manzanilla dijo...

estoy sentado en una cabina y trato de comunicarme contigo desde la madrugada. sé que por momentos soy un reverendo huevon y no me doy cuenta de las cosas o de cómo actuo y lo siento. quisiera poder enmedar las cosas no obviando lo que ya pasó porque eso es inmodificable, quiero poderte dar lo que necesitas y como se dice en la práctica dar hasta lo que no tengo, soy una persona llena de defectos, lo sé. y no sé hasta que punto nos hacemos daño con todas esas cosas que negamos o comenzamos a gritarnos (en silencio). creo ciegamente que el mundo está lleno de cambios y como mundo también lo es el hombre, puedo yo también cambiar?

maría manzanilla dijo...

"Hoy no puedo con la ilógica función de mi cerebro . Hoy, a pesar que trato infructuosamente de soslazar la vanidosa esencia de mi automatismo psicoanalítico, he resultado perdido y es que en el fondo quiero ser exacto en lo que digo y pienso.
Me haces falta cuando la gravedad de los silencios se interponen a la luminosa tos de mis ausentes (?), me haces representar la bicicleta difusa que mantiene sus inubicables besos en las garantías de una bandera.
Deja que la velocidad se esconda del ruido, que mi vigencia sea la más insoportable de esta noche y, en que como te anunciaba, esos elefantes también están enamorados (?).
Ven y resérvame la guardia, el avión de todos los científicos o el agua que brota de la risa delicada pospuesta desde nuestra pelea. Ven y destruye el granito en cada locura, la inestabilidad de los ritmos que brotan y brotan de la sepultura de tu madre, canta con los pies secos, con la garganta de dinamita y bésame, bésame al caer esta palabra sobre la última sílaba".

maría manzanilla dijo...

Las palabras grandes cobijan a palabras pequeñas en su interior. Tales palabras pequeñas pueden tener significado o no, pueden pasar desapercibidas o pueden ser exacerbadas según el tono de voz que desee emplearse a la hora de pronunciarlas.
Mi casa me cobija. Yo existo pequeña en su interior, con la pequeña cocina y mi pequeña habitación. Mi cama grande y mi velador a un lado, la ventana de mi cuarto reflejando la luna y mi pequeño conejo saltando de un lado a otro.

Mi abrazo te cobija, debajo de el permaneces pequeño. Puede llover por encima de el pero tu nunca sentirás una gota de agua sobre tu cabello.