- no es tu culpa, le dice el zorro al poeta.
el poeta mientras tanto como suelen hacer los otros tantos poetas se cubre con las hojas secas de un árbol de palto y comienza a encargar uno de esos poemas que en verdad no sé muy bien ni cómo empieza ni cómo termina.
- te vuelvo a decir que no es tu culpa poeta, mientras se aliza las garras y carga algunas manzanas al bolso.
el poeta saca la cabeza del hoyo. aún siente la inutilidad de la vida, las maromas estropeadas, los alces frustrados, los rompimientos unidos, hasta el sin sabor de una despedida. mira al zorro. sabe que quizá el zorro tenga razón. el zorro fue alguna vez, un gran poeta.
el poeta mientras tanto como suelen hacer los otros tantos poetas se cubre con las hojas secas de un árbol de palto y comienza a encargar uno de esos poemas que en verdad no sé muy bien ni cómo empieza ni cómo termina.
- te vuelvo a decir que no es tu culpa poeta, mientras se aliza las garras y carga algunas manzanas al bolso.
el poeta saca la cabeza del hoyo. aún siente la inutilidad de la vida, las maromas estropeadas, los alces frustrados, los rompimientos unidos, hasta el sin sabor de una despedida. mira al zorro. sabe que quizá el zorro tenga razón. el zorro fue alguna vez, un gran poeta.
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