viernes, 20 de mayo de 2011

la novela (eso creemos)

Cada día ella gastaba al menos unas 300 palabras para hablarle. Para dedicarle todo lo que sentía por él; sin embargo, poco podía hacer. Sabía cómo sucedería todo. Tenía la certeza de saber el futuro entre ambos. De pronosticar una tormenta, si la tormenta tenía algo que ver con ellos. Ella no sabía cómo decírselo. Quizá no se lo diría nunca.

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