dejar de llover y poder ver el cielo. correr y ver que nadie corre. sonreir ante tu rostro y llorar por dejar de verlo. he venido desde el otro barrio, donde sólo tenemos hermanas. donde la lluvia dura más que en ningún otro lugar. he tenido también una ventana. las madrugadas son más largas. bajemos la cantidad y veamos la coincidencia que fue vernos, encontrarnos rodeados de calles transversas y yo sin un solo caballo ni zapatos lujosos. es así como pude econtrarte y robarte tus últimas monedas y si supieras que siempre fui yo, el que te quizo abrazar y dormir con la cabeza pegada a tu barriga como un cocodrilo. atravesaste el cuarto y te pusiste a llamar, maldiciendo a los viejos y enfermos amores. a la fatal y hermosa mierda que siempre nos habló de los dos. a los que también te dejaron y te golpearon, con sus zapatos lujosozos y lustrados. y bien? es la nieve la única que nunca dejará de robarnos bananas? tener la suficiente edad como para poder morir, para no olvidar. y cuántas cosas más podriamos hacer? la boca llena de hojas, con algunas palabras aún vivas. y por qué tú no empizas a caminar y a traer el corazón?. el bien de un día, que se multiplique por ocho. ya no encuentro la razón de seguir mintiendo. de abrazar a mi hermana triste y pedirle que no llore. y ella me dice: te he querido como a un viejo avión, y esperando poder irnos de acá, de quemar ésta casa y atraer a la noche para poder dormir contigo, abrazarte y respetarnos como amantes, pero eso sí, no dejo de pensar que este tiempo no pase.
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2 comentarios:
me encanta
por qué no empiezas a caminar y a traer el corazòn?
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